viernes, 22 de enero de 2010

Diario de una lucha. Capítulo 0. Querido diario

Querido diario, hoy me he visto con ganas de compartir todo el proceso de reclamación de derechos que estoy llevando en mi empresa. La reclamación es porque me tienen contratado con una categoría inferior a las tareas que realizo con un sueldo que no llega ni al mínimo de la categoría por la que me tienen contratado.

Antes de explicarte todo déjame decirte quien soy: soy un joven canario que estudió I. T. en Informática de Sistemas en la universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en mis estudios, aunque no destaqué de manera singular, las cosas me fueron muy bien, aprendí mucho y mis ganas de poner en práctica mis conocimientos crecían a la misma velocidad que mi confianza en poder abarcar y ejecutar los distintos proyectos que rebotaban en mi cabeza. Cuando terminé la carrera, recién llegado de otra universidad europea gracias a una beca Erasmus, no sabía donde encajar, si seguir aprendiendo en la universidad o seguir aprendiendo en el mundo laboral, así que, sin apenas esfuerzo, encontré un trabajo en una beca que me permitía seguir estudiando en la universidad. La beca terminó casi tan pronto como empezó y me dediqué por completo a los estudios. Aunque me llevó algún tiempo arreglar la matrícula (burocracia) había empezado a estudiar Ingeniería Informática. En mi primer año en la ingeniería, cursando el cuarto curso, aprendí muchísimo, mas bien gracias a un compañero de prácticas que a las propias asignaturas. Ese año fue de gran provecho, notas altas, muchas ganas por mi parte y mucha ilusión. Para el quinto curso mi compañero se fue de Séneca y a mi no me fue tan bien, ya que encontré un trabajo en una empresa que se autoproclamaba LIDER DEL SECTOR, el puesto era fijo el sueldo era bajo pero prometían formación y garantizaban la revisión del sueldo cada 6 meses. La verdad desde el primer día supe que ese no sería el trabajo de mi vida. Los compañeros parecían agradables, luego confirmé que lo eran además de buena gente, mi jefe es un buen jefe, el trabajo es poco creativo y eso me aburría bastante, el horario... desmotivante, aunque he oído hablar de horarios peores.

Dejando a un lado el trabajo pero siguiendo con la profesión, mirando atrás me veo como una persona con una estricta metodología, creativa, con inquietudes y mucha iniciativa. Así, por aprender, había hecho algunos desarrollos sin fin comercial por el mero hecho de solventar inquietudes y aprender bajo demanda, es decir, aprender algo porque realmente necesitas utilizarlo para resolver problemas reales (aunque esos problemas me los creaba yo mismo).

Cambiando de tema y para que me conozcas mejor quiero que sepas que en el plano personal considero que los órganos judiciales junto con sus leyes son la mejor aproximación que tenemos a una justicia real, pero también pienso que tal y como están las cosas esas leyes cada vez representan menos mi moral y mi concepción de la propia justicia. Mi concepto sobre la legalidad me ha llevado a involucrarme y trabajar con muchos movimientos que luchan por cosas que considero que son justas, a moverme por lo que creo que es justo, a sentirme (quizás) demasiado responsable de lo que pasa a mi alrededor comparado con la responsabilidad que siente la gente que pasa a mi alrededor. Nunca me ha gustado gritar frases como "...¡Y los ecologistas no hacen nada!" ya que en vez de tirar balones fuera si veo algo malo, si entra en "mi jurisdicción", intento cambiarlo yo mismo invitando a ecologistas y cualquier otro gremio a unirse y actuar, es muy fácil gritar desde el sillón lo que otros tienen que hacer por ti, pero no es lo correcto. La sinceridad es otro pilar fundamental de mi persona, no me gusta (ni sé) mentir, no es que sea integro como el protagonista de alguna película épica, sino que en esto de la sinceridad soy un cobarde, siempre digo: "Las mentiras SIEMPRE se cogen, una mentira parcial es también una mentira, aunque hay unas mentiras que nunca se cogen: las que no se dicen" es por eso que me aferro a la sinceridad, no quiero que me cojan en mentiras, es pura cobardía, es algo así como el religioso que se porta bien por miedo a algún castigo místico y no por bondad espontánea.

Aunque creo que soy algo más que unos párrafos, creo que, querido diario, ya me irás conociendo a medida que te vaya contando.

No hay comentarios: